sábado, 17 de marzo de 2007

Ideas locas para salvar el mundo (IV)

Y para acabar la última "gran idea". Se le llama árboles artificiales aunque los sistemas que capturan el CO2 se parecen a un árbol como un radiador a un palillo.

El desarrollador de la idea e Klaus Lackner que hace 10 años ayudó a su hija a presentar un trabajo sobre filtros de aire que absorbieran el CO2 y que lo mezclarán con algún líquido o gas comprimido y que pudiera ser transportado de una manera segura y económica.

Parece ser que con el anuncio de Richard Branson de entregar 25 millones de dólares a quién desarrollara una tecnología limpia que frenara el cambio climático (hablaremos de esto en otra ocasión) el bueno de Lackner se ha puesto otra vez manos a la obra mejorando el primer concepto. De esta manera el CO2 mezclado con el primer gas sería tratado mediante reacciones químicas para poder almacenado.

Los dispositivos para capturar el CO2 se parecen a las torras de telefonía sólo que en su parte más alta albergarán los filtros. Dicen que por cada m2 de filtro que se instale se capturarán 25 toneladas de CO2 al año. Después se licuará o gasificará y será transportado a una planta que lo almacene. ¿Pero donde? Se habla de enterrarlo bajo tierra en pozos petrolíferos vacíos o bajo la corteza terrestre directamente.

Por lo que he leído esta solución ya se aplica de manera experimental pero se me antoja muy cara. Primero hay que captar el CO2 con torres de unos 100 metros y luego bombearlo hasta las plantas de enterramiento y luego sumergirlo varios kilómetros y rezar que no salga.

Carísimo y a priori no se pueden garantizar resultados. Me parece mucho mejor reforestar los bosques que nos hemos cargado. Alternativa

En fin, hemos visto varias de las muchas ideas que pululan por la constelación científica. Parecen caras e irrealizables pero hay mucho dinero en juego, no sólo el del señor Brandson, sino el que genera los derechos de emisión, un verdadero mercado al alza con su bolsa y todo. Así que aunque el balance medioambiental o económico pueda ser negativo el mercado de derechos de emisiones puede hacer que al final a alguien le salgan las cuentas y en este mundo capitalista sabemos qué es lo que al final vale, la pasta.

Sólo cabe esperar que no sea necesario recurrir a ellas.

Salu2.

Fuentes:

Centro de Ingeniería de la Tierra de la Universidad de Columbia: http://www.seas.columbia.edu/earth/

Centro Estadounidense de Investigaciones Atmosféricas: http://www.ncar.ucar.edu

Planktos Inc.: http://www.planktos.com


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