Todos sabemos a estas alturas que la tecnología solar fotovoltaica se caracteriza por su facilidad de instalación, nulo mantenimiento y alta disponibilidad. Aplicada a la iluminación, se logra llevar la luz allá donde se necesite sin necesidad de tendido eléctrico, obra civil ni infraestructuras necesarias, por lo que el montaje y puesta en marcha es inmediata. Además, presenta otras ventajas como que si ya no necesitas iluminar esa zona, la puedes mover sin abrir zanjas o llevártela a otro sitio.
Las farolas solares son la solución ideal para el alumbrado de casetas, jardines, caminos rurales, travesías, campos de golf y un largo etc...
Entre las ventajas de este tipo de iluminación destacan: la ausencia de consumo energético y eléctrico, la ausencia de instalación eléctrica y de infraestructuras, su funcionamiento autónomo, la libertad total de colocación, la rapidez de instalación y que se trata de un producto fuertemente subvencionado ya que no olvidemos que se tratan de instalaciones aisladas. Eso sí, las subvenciones sólo se basarán en el coste de los elementos dedicados a la captación, acumulación, y gestión de la energía.
El único, o gran inconveniente, el precio y el manteniemiento de las baterías. Pero el precio se justifica en muchos puntos donde el téndido eléctrico es más caro.
En españa he podido encontrar un fabricante Yago Solar.
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