viernes, 18 de mayo de 2007

La burbuja de las renovables

Se habla mucho de la burbuja de la fotovoltaica y cada vez más de la burbuja de las renovables.

El otro día estuve reflexionando sobre los mercados de energías renovables. Fue a partir de un documental de Antena 3 (si, yo también aluciné, será el primero que veo en esta cadena). En este documental, que seguía la línea argumental de la película de Al Gore y hablaba, entre otras cosas, de los cambios micro y macroeconómicos que provocan las renovables en el Planeta y que hoy por hoy, se propician por unas condiciones de desarrollo subvencionado.

Ponía el ejemplo de los biocumbustibles en EEUU. Cómo afecta la globalización en la superposición de los mercados enegético y alimentario y el boom que experimenta el mercado del bioetanol en algunos estados estaunidenses. Todo por las primas claro. ¿Pero a que no sabéis cual es el principal escollo del bioetanol? LA GASOLINA, OBVIO. Pero no por la razón que pensais, sino porque hay un exceso de gasolina por el aumento de la demanda de diesel, ya que de cada barril de petróleo se saca una parte fija de gasolina y gasóleo por lo que existe un excedente de gasolina. Y claro, si se mezcla con el etanol pues más excedente que habría. Curioso, ¿no?

No voy a poner en duda la idoneidad de que este tipo de energías estén subvencionadas, está claro que es un medio para que, a la postre, las empresas puedan invertir en el desarrollo de mejores y más eficientes productos. Pero está claro que, sin quererlo, propicia unos costes de fabricación ficticios, ya que el producto se vende porque su producción está sobrevalorada.

Mi reflexión es: ¿Se consigue que se innove con esta medida o las empresas se acomodan? ¿Hasta cuando puede durar esto, es decir, cuantos países más va a sumarse al carro? ¿Si bajasen las primas sobrevivirían los más eficientes, se aceleraría el proceso de aparición de mejores productos?

A mi se me ocurre una respuesta a todo esto, o mas que una respuesta, una razón para que esto ocurra: Capitalismo, codicia, avaricia, dinero fácil, tráfico de influencias, etc. Vamos, por lo mismo que los tornillos nos los traen de china, las naranjas de marruecos y los aguacates de argentina. Explotamos los recursos más baratos y a "güebo" con tal de no darle a la sesera si no es para ganar un poco más de pasta. Juer, como estoy hoy.

Las respuestas las preguntas formuladas más arriba y a las mil más que se podrían hacer sobre este tema ocuparían un blog entero durante varios años, pero ahí las lanzo por si alguien se atreve a contestar.


Salu2.


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2 comentarios:

Gabriel Tobar García dijo...

Yo voy intentando contestar a esas preguntas en mi blog. Otra cosa es que lo consiga...

Y oye, por mí que no se te baje el mosqueo, porque el devenir actual no se merece otra cosa que estar cabreado.

Saludos.

warperer dijo...

Muy bueno, tu blog. He podido leer un par de posts y son muy interesantes (el tiempo, como la energía es limitado). Pero lo del mosqueo es bueno y es malo a la vez. Está bien porque el mosqueo muchas veces actúa de "motor de arranque" pero a veces no conoce freno y eso a veces nos pierde.

La verdad es que no sé que es lo que hay que hacer, convencer, engañar, masacrar, manipular o qué, pero está claro que necesitamos un cambio en nuestros hábitos de consumo.

Así que empecemos por convencer (educar) y para eso habrá que motivar. Yo ya tengo entonces una meta. Motivar para educar. Mosqueado o no.

Saludos.