viernes, 24 de julio de 2009

Mitos y realidades sobre los coches híbridos

Impresionante trabajo de documentación que han hecho los chicos de Mototpasión. Sin duda para quitarse el sombrero, os lo dejo a continuación:


Cuando le explico a una persona que no entiende de coches lo que es un coche híbrido, alucina. Suele no saber nada de lo que le estaba hablando, reconoce ser desconocedor de esta tecnología.

Sin embargo, y ruego que nadie se ofenda, hay gente que cree entender de coches y tiene el mismo problema de información, pero le cuesta más reconocerlo. Es fácil leer discusiones de taxista/peluqueríasobre esta tecnología, viendo cómo los que participan tienen lagunas importantes de conocimientos, desinformación y argumentos incorrectos (incluso en el otro bando).

En este artículo he pretendido hacer un recopileitor de mitos y realidades sobre estos coches, partiendo de fuentes contrastadas. Supera la hibridofobia con un poquito de información.


Mitos y realidades sobre los híbridos

Mito: Habrá que cambiarles las baterías, y estas son muy contaminantes.
Realidad: La vida útil de las baterías se ha estimado por encima de la vida útil del coche (160.000 km de garantía), de todas formas, el fabricante se encarga del reemplazo y descontaminación de la batería. Sería muy contaminante si la tirásemos al campo, cosa que a priori no se puede hacer.

Mito: Los híbridos son poco potentes.
Realidad: Como es una tecnología comercialmente joven, se apuesta por coches que vayan a venderse mucho o que tengan clientes seguros. Los modelos populares de momento tienen poca potencia, pero ésta va en aumento progresivamente. Además, en los vanos no siempre cabe un motor más grande al combinarlo con un eléctrico. En cuanto a recuperaciones, suelen responder mejor que un coche normal de su misma potencia y peso.

Mito: Tienen mayor riesgo de averías.

Realidad: Estadísticamente, al haber más componentes y más complejos, está expuesto a más averías pero por otra parte el motor de combustión interna soporta mucho menos esfuerzo (luego dura más) y los motores eléctricos tienen una tremenda durabilidad, además no están sometidos a esfuerzos muy elevados gracias a la gestión electrónica. Otros componentes sufren menos, como frenos, transmisión, escape, etc.

Mito: Un híbrido no interesa respecto a un diesel.
Realidad: Si hacemos las cuentas respecto a un modelo de la misma calidad, equipamiento, potencia y segmento, las cuentas salen a favor del híbrido en multitud de casos. Por otra parte, aunque en ciclo mixto hay diesel que pueden igualar o incluso reducir el gasto de algunos híbridos, en ciclo urbano nunca son más eficientes.


Mito: Si son tan buenos, ¿por qué no los usan todos los taxistas?
Realidad: Hasta hace meses o pocos años no ha habido homologación para híbridos en el sector del Taxi. Una vez homologados se empiezan a ver. Por ejemplo, el Toyota Prius está ganando aceptación en este colectivo. El precio de partida también tiene que ver, a favor del vehículo convencional.

Mito: Un híbrido es menos eficiente, tiene que recargar las baterías y eso no es gratis.
Realidad: Precisamente al contrario, el motor térmico funciona de forma mucho más eficiente y se almacenan en baterías las “pérdidas” que tiene un vehículo normal. La eficiencia total combustible/movimiento es superior al de un motor gasolina o diesel de la misma potencia, y es altísima cuando se mueven sólo con motor eléctrico.


Mito: Los ciclos de homologación beneficiaban a este tipo de coches.
Realidad: Y la realidad también. Conducidos de la misma forma (dentro de la normalidad, no en circuito) los híbridos consumen menos combustible, especialmente en tráfico urbano. También hay que saber aprovechar sus ventajas para obtener mejores resultados.

Mito: Los coches híbridos son ecológicos.
Realidad: No existe un coche ecológico en el sentido estricto del término. Al final de su vida útil son reutilizables en casi su totalidad y con una gran parte de materiales reciclados. Por ejemplo, Toyota reduce aún más el impacto de su fabricación a base de energía solar para su fabricación o el transporte hasta Estados Unidos en barco (un carguero híbrido diesel/solar).


Mito: Las baterías de los híbridos se gastan y pierden prestaciones.
Realidad: Ni en conducción en circuito las baterías se agotan totalmente, la electrónica no lo permite. A lo largo de su vida útil la batería no achaca el “efecto memoria” que sí tienen las baterías de los móviles, pilas recargables, etc.

Mito: Los híbridos son feos.
Realidad: Aquellos modelos que se han diseñado desde el primer momento como híbridos, y no adaptando un modelo existente, buscan el mejor rendimiento en todo, y eso incluye la aerodinámica. Las carrocerías tipo Kammback son idóneas para estos fines, hay quien le gusta y hay a quien no.


Mito: El precio que tienen es irreal/excesivo.
Realidad: Según avanzan las tecnologías, los componentes se vuelven más asequibles y la inversión I+D repercutida al cliente disminuye. Toda tecnología nueva (o poco desarrollada) tiene un coste supreior. En cada generación nueva, los híbridos van mejorando prestaciones, equipamiento, calidad… con un precio más justo.

Mito: Un Hummer es más ecológico que un híbrido.
Realidad: Esa afirmación viene de un estudio tendencioso que sólo contempla el problema de forma parcial. No hace hincapié en que la cultura de la gasolina barata y abundante ha causado en cifras imposibles de calcular muertes, guerras, desastres ecológicos, etc. Si desde los tiempos del Ford T se hubiesen usado híbridos en masa, la época actual sería muy distinta.


Mito: El futuro está en los coches solares.
Realidad: La energía conseguida por energía fotovoltaica está muy lejos de ser una alternativa a los coches actuales, de momento sólo es viable para prototipos o para funciones auxiliares del coche, pero no para su movimiento de forma autónoma y útil para la mayoría de la gente.

Mito: A los híbridos hay que recargarlos con electricidad de casa porque tienen un motor eléctrico.
Realidad: No, algunos modelos modificados pueden tener esa posibilidad, pero en un híbrido toda la energía sale de la gasolina. La recarga dura el tiempo que paras en una gasolinera a llenar el depósito. Las baterías se recargan automáticamente en marcha, al frenar y al soltar el acelerador.


Mito: Es mejor un coche 100% eléctrico.
Realidad: A día de hoy, los coches 100% eléctricos son o muy caros, o muy pequeños, o ambas cosas. Por otro lado está el problema de la autonomía, un híbrido nunca tiene problemas para repostar o recargar energía, pues la gasolina la venden en todas partes. Hasta que la tecnología eléctrica no avance lo suficiente y sea asequible y universal, la tecnología híbrida es una transición.

Mito: Son muy caros, me interesa más un coche normal.
Realidad: Con ayudas públicas es posible bonificarse de hasta 5.000 euros del precio dependiendo dónde te lo compres. Ningún turismo de combustión interna puede recibir semejante subvención, además, todos los híbridos entran en el Plan 2000E aunque vayan totalmente equipados.


Mito: Pesan mucho.
Realidad: Las baterías son compactas en tamaño y peso, así como el motor eléctrico (compesado con un motor térmico más pequeño y ligero). En vacío pesa lo mismo un Toyota Prius que un Toyota Avensis a igualdad de potencia. Si nos vamos a Honda no uchi, el Honda Civic diesel es notablemente más pesado que el Civic Hybrid.

Mito: Es una tecnología demasiado reciente, y por lo tanto, poco fiable.
Realidad: La Historia de los híbridos se remonta al Siglo XIX. Es una tecnología en constante perfeccionamiento. De momento las marcas que venden esos coches en nuestro país lideran los rankings de fiabilidad y satisfacción al cliente según auditorías independientes. Es tan fiable o más que la de los coches normales.


Puede que me haya dejado algún mito en el tintero, pero gustosamente lo aclararé por aquí. Más de uno dudará de mi independencia, pero ya me gustaría que me untasen un poco, ¡aunque sólo fuesen unos trajes! Fuera de bromas, hablo con convicción y tras hacer comprobaciones empíricas (soy de ciencias y no lo puedo evitar).

He tenido oportunidad de probar todos los híbridos a la venta en España, a excepción del Lexus RX 450 h y Toyota Prius III, cosa que conseguiré en unos meses. Los otros me han convencido, y sin billetes por debajo de la mesa, por algo será. Ahora me da vergüenza admitir que cuando cogí el primer Prius me tiré 10 minutos preguntándome cómo leches se arrancaba…

Quien quiera una segunda opinión sobre cómo envejecen estos coches, los problemas que dan, coste de revisiones y demás le sugiero que se lea la prueba de larga duración de km77 del Toyota Prius II, 165.000 km con el mismo coche. Otra posibilidad es visitar foros de usuarios de estos coches, y suelen estar de acuerdo entre ellos.

Fuente | km77, Guía de la energía en el sector del automóvil, Nuevos combustibles y tecnologías de propulsión, The Recorder, La mirada del Mendigo, etc.
Motorpasión


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1 comentarios:

Carles Sampietro Lara dijo...

Muy u muy interesante!!!