Y es que la demanda de la Humanidad excede en cerca de un 30% la capacidad regeneradora de la Tierra, señaló el Informe Planeta Vivo 2008, que difunde esta organización ecologista cada dos años acerca de la situación ambiental de los ecosistemas del planeta. "El mundo está luchando actualmente con las consecuencias de haber sobrevalorado sus activos financieros. Pero una crisis mucho más grave sigue adelante: un desastre ecológico causado por infravalorar nuestros recursos medioambientales, que son la base de toda vida y prosperidad", señaló el director general de WWF, James Leape.
El estudio muestra que más de las tres cuartas partes de la población mundial vive actualmente en países que son "deudores ecológicos", pues el consumo nacional ha superado a su capacidad biológica de regeneración. "La mayoría de nosotros seguimos alimentando nuestro estilo de vida y nuestro crecimiento económico extrayendo cada vez más el capital ecológico de otras partes del mundo".
Menos población natural
El informe, que se elabora cada dos años desde 1998, señala que el Índice Planeta Vivo (IPV) ha descendido casi un 30% desde 1970, es decir, que se han reducido en esa proporción unas 5.000 poblaciones naturales de unas 1.686 especies, una tasa superior a la del 25% del informe de 2006. Estas pérdidas se deben a la deforestación y la reconversión de tierras en los trópicos (un 50% de descenso), pero también a factores como la polución, la sobrepesca y el impacto de diques y del cambio climático. "Estamos actuando ecológicamente como lo han hecho las instituciones financieras económicamente, buscando la gratificación inmediata sin mirar las consecuencias", lamentó el codirector de la Sociedad Zoológica de Londres, Jonathan Loh, una de las instituciones que ha contribuido al informe.
Según el estudio, que ha medido la "huella ecológica de la humanidad", o el deterioro que las actividades humanas producen en los sistemas naturales, éstas han utilizado una media de 2,7 hectáreas globales por persona, mientras que la biocapacidad de los sistemas -o su capacidad de absorber el impacto- sólo llega a 2,1 hectáreas por persona. Estados Unidos y China cuentan con las mayores huellas ecológicas.
Así, cada ciudadano de EE UU requiere una media de 9,4 hectáreas globales, mientras que los chinos usan una media de 2,1 hectáreas. Ocho naciones -EE UU, Brasil, Rusia, China, India, Canadá, Argentina y Australia- contienen más de la mitad de la biocapacidad global. Pero tres de ellos -EE UU, China e India- debido a sus poblaciones y a sus hábitos de consum-o son "deudores ecológicos", con huellas ecológicas superiores a sus capacidades, pues la exceden, respectivamente, 1,8 veces, 2,3 veces, y 2,2 veces. Estos datos contrastan con un país como Congo, con una biocapacidad de casi 14 hectáreas globales por persona y que sólo utiliza 0,5 por persona.
Estrés hídrico
En este último informe se incluye un nuevo indicador, la huella hídrica, que muestra la importancia del agua utilizada como materia prima, teniendo en cuenta que su impacto depende de dónde y cuándo se extraiga el agua. Así, el texto recoge que 50 países sufren estrés hídrico "severo o moderado", y el número de personas que padecen escasez anual o estacional de agua podrían aumentar debido al cambio climático. En la misma línea, indica que cada persona gasta en promedio 1,24 millones de litros de agua por año (la mitad de una piscina olímpica), con cifras que varían entre los 2,48 millones de litros por persona y año en EE UU, o los 619.000 litros anuales per cápita de Yemen.
Fuente: DiariodeNavarra.
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